Pensamientos despeninados, 2001
Echamos un vistazo a nuestro alrededor, buceamos en la realidad, participamos de la misma superficialidad que todos denuncian y de la que formamos parte. Nos convertimos en personajes que no son más que los bufones de este nuevo siglo y no dejamos de ser nosotros mismos. Flashes de realidad llenándose de una estupidez que aparece donde menos la esperar, que no tiene límites, y ahí reside su grandeza, en la frescura, en la sorpresa, en estar siempre presente aun estando fuera de lugar
La estupidez, ¿el fin de semana del cerebro? ¿las vacaciones de la inteligencia?
“… es con frecuencia ornato de la belleza: ella es la que da a las miradas la opaca limpidez de los estanques negruzcos y la calma oleosa de los mares tropicales. La estupidez es siempre una conservación de la belleza: Retrasa las arrugas» (Notas sobre Nerciat)
“La estupidez, ese incofesable amor, ejerce sobre nosotros un poder hipnótico, una invencible atracción» (Nuova Encicopledia)
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